Soñando, paso a paso
Si escribiéramos la historia cronológicamente podríamos contarla
de la siguiente manera:
Todo comenzó cuando la reina se embarazó, tanto ella como el
Rey Basilio, regente de Polonia, tenían sueños sobre el destino de su hijo
Segismundo, y lamentablemente al nacer causo la muerte de su madre, por lo que
posteriormente Basilio temeroso ante la visión que habían tenido, donde como el
mismo dijo:
“(…) Segismundo sería
el hombre más atrevido,
el príncipe más cruel
y el monarca más impío, (…)”[1]
Por lo que ante esto para evitar
el destino, decidió encerrarlo en una torre alejada del resto del mundo para
proteger al pueblo.
Arevalokelvin (2016). Torre de Segismundo [Ilustración]. Recuperado de https://www.emaze.com/@AZLIILIO/La-vida-es-sue%C3%B1o |
Pasaron los años y Segismundo
creció en la torre donde solo se comunicaba con Clotaldo, su guardia, un día se
estaba lamentando por su situación porque no sabía las razones de su encierro,
cuando de repente Rosaura y su acompañante lo escucharon y llamaron su atención
(Rosaura fue a Polonia a vengarse de Astolfo, debido a su abandono por
Estrella), ellos le pidieron compasión a la cual Segismundo cedió y justo en
ese momento Clotaldo llega, encierra a Segismundo y apresa a los intrusos.
Mientras tanto el rey dice la
verdad al pueblo y decide darle una oportunidad a Segismundo para ver si su
comportamiento era el que la visión le había mostrado, así que cuando
Segismundo se quedó dormido lo trasladaron al palacio. Cuando despertó no entendía
lo que pasaba, pero cuando todos se le acercaron y lo trataron con respeto
comprendió que era el rey, pero no sabía si esto era la realidad o un sueño.
Como pensaba que esto era un
sueño cometió actos bochornosos entre los que se encuentran: ofender a su primo
Astolfo, coquetear sin permiso a Estrella, lanzar a un criado desde el balcón e
intentar abusar de Rosaura. Consecuentemente ante todas estas situaciones, Basilio decidió devolverle
a la torre mientras dormía.
Al despertar se vio de nuevo en
la torre por lo que confirmo que todo lo sucedido fue un sueño, pero luego oyó
a gente gritar su nombre y petición de su libertad, ya que querían a Segismundo
como rey (si él no era, Astolfo se casaria con Estrella y heredaría el trono,
pero la gente no lo quería ya que era extranjero); al final lo logran liberar y
deciden ir a obtener el trono.
Se produce una batalla entre las
fuerzas de Basilio y las tropas de Segismundo (Rosaura combatió junto a
Segismundo, ya que poseía habilidad con la espada, pero en nuestra opinión es
porque en el otro bando estaba Astolfo), donde finalmente gana Segismundo. Cuando
finalmente se encuentran frente a frente Segismundo y Basilio, el rey se da por
vencido y se entrega ante Segismundo, pero como él quiere ser un buen rey lo
perdona por haberlo encerrado y no lo asesina.
Por lo que el descenlace de la historia es que Segismundo aprende la lección y decide
que un digno rey sería durante toda la vida. Caso a Astolfo con Rosaura por su
ayuda en la batalla y él se casó con Estrella para que ella no quedara sola.
Creo que poco protagonismo me han dado en esta historia, y creo que muy importante soy, os recuerdo que yo también podía llegar a ser rey de no ser porque Segismundo se convirtió en un buen hombre, pero bueno tampoco tanto me quejo pues una dama bella a mi lado se queda, y su nombre Rosaura es, que todo el mundo lo escuche pues mi esposa es.
ResponderEliminarOh, gracias Astolfo, querido amado, mi enojo en un momento despertaste incluso me diste ganas de matarte, hechos y sentimientos que con el futuro espero que sean olvidados, pues solo a problemas nos llevaron. Y dirigiéndome a Estrella, no es que una mala prometida fueras, pero si tu te casabas con él, justo no era, por lo que mis sinceras disculpas van expresadas para ti.
ResponderEliminar¡Madre mía!, que en el cielo te encuentras, solo quiero que sepas que mi intención al nacer matarte no era. Se que con una buena visión de mi no tenías, debido a unas visiones que el destino te daba, pero espero que desde lo alto puedas estar orgullosa de mí, pues no me he convertido en el rey tirano que tú y mi padre creían que sería.
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